Augusto III, el emperador.

Foto de Jorge Muñoz (Diario de Alava)

Grande. Titín III lo ha vuelto a hacer. A sus 43 primaveras (las mismas que un servidor) y en un partido pleno de emoción y calidad, derrotando a los grandes favoritos, se ha metido en una nueva final del Parejas. Y lo mejor, con un joven zaguero riojano, Merino II. Es la primera vez que una pareja netamente riojana accede a la final, y aparte de ello lo que a mí mejor sabor de boca me deja, es que por fin hay un relevo de garantías en la pelota riojana. En este torneo hemos descubierto a David, un pelotari lleno de futuro, con dos preciosas manos, sobre todo una izquierda poderosa y percutora, y con una excelente condición física que le permite cubrir mucha cancha, además de una resistencia y un carácter que perfectamente pueden aúparlo a los más altos escalones del cuadro.  Quizá sea el último servicio de Augusto, haber forjado a este pequeño titán de Villar de Torre y hacer que el enorme vacío que nos dejará su retirada (?) nos sea un poquito más leve.  ¡Aúpa Titín¡